Virginia Baque, psicóloga, comenta que cuando una persona mira hacia atrás y hace un rápido recuento de las decisiones de vida que ha tomado, quizás viéndolas desde otra perspectiva, se da cuenta de que se ha equivocado y esto le genera grandes dosis de ansiedad y, obviamente, de arrepentimiento.
La especialista explica que vivir en el pasado, culpándose constantemente por lo que se hizo, o no se hizo, es algo inútil. Por lo tanto, ella recomienda que la persona siempre piense antes de actuar.
EXPERIENCIA. Sonia Palma, de 68 años, comenta que a lo largo de su vida ha tenido que tomar muchas decisiones, pero que no se arrepiente de ninguna.
"Yo sé que estoy vieja, pero siempre que me tocó decidir pensaba antes de actuar, ahora las cosas ya no son así, la juventud hace todo sin pensar y después vienen los malos ratos", explica Palma.
Ella, además, expresa que las personas deben quererse y valorarse, para que no dependan de nadie más.
Por su parte, María José Giler, de 23 años, comenta que sí hay cosas de las que se arrepiente, pero que ahora trata de analizar las situaciones antes de tomar cualquier decisión.
"Me arrepiento de no haber obedecido a mis padres cuando me decían que no salga, o que no hiciera alguna cosa. Después, cuando fallaba, me daba cuenta que ellos tenían la razón. Hay muchas cosas de las que me arrepiento, pero ahora ya es tarde, sólo me queda pensar antes de actuar", menciona Giler.
CONSEJOS. Baque explica que para evitar los arrepentimientos a lo largo de la vida, la persona debe "darse permiso para equivocarse".
"El hecho de que nos demos permiso para errar no quiere decir que nuestra vida se convertirá en un rosario de decisiones equivocadas, quiere decir que asumimos que somos humanos y que, en ciertas condiciones, podemos equivocarnos" explica Baque.
También manifiesta que si existe una razón por la cual es válido arrepentirse, es por no haber pedido ayuda cuando se podía.
Ella enfatiza que esto se puede remediar si se busca a un familiar o un especialista para hablar y liberarse de culpas.
Finalmente, explica que para evitar sentirse mal por algo, la persona debe tomar riesgos.
"Una de las causas más comunes por las cuales las personas se arrepienten es por no haber tomado una oportunidad en el momento en que ésta se les presentó. El problema radica en que estas oportunidades casi siempre se presentan como riesgos y todos tenemos miedo, pero debemos arriesgarnos para no arrepentirnos de no haberlo hecho", dice Baque.
Complementa que para vivir con menos estrés y ser un poco más felices, es esencial aprender a ser plenamente conscientes. Significa que se deberá vivir cada situación con la intensidad que se merece.