El dilema más grande de nuestro país será tomar la decisión de desarrollar un Puerto de Aguas Profundas. Si no lo hace nuestra competitividad quedará relegada frente a otros países de la región y además el pueblo tendrá menos trabajos y le costarán mucho más sus compras.
El tema de Manta está complicado debido a una suma de factores que no le permiten despegar o concretar su proyecto. Hay algunos grupos que se pelean ahora el protagonismo o la toma de riendas de su administración y con justa razón ya que la actual no ha mostrado los resultados esperados. Si Manta no madura y se empodera de una oportunidad que la naturaleza le ha brindado como un puerto natural de aguas profundas, entonces el Gobierno debe ponerle un fin a este dilema y escoger otra alternativa que puede ser Posorja. Y Guayaquil no ha podido escoger un mejor tiempo que el de ahora ya que se vienen las elecciones municipales y el Gobierno por favorecer a su candidato como alcalde de Guayaquil sucumba a dragarles el canal de acceso a 12 metros dejando al puerto de Manta y Posorja como opciones a un largo pero largo futuro en perjuicio de nuestro comercio. Entonces, líderes manabitas, sigan durmiendo tranquilos que siempre habrá un Gobierno y gente de otras provincias más astutas y con iniciativa que nos darán haciendo o no las cosas de acuerdo a sus conveniencias.