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Anécdotas
Bergoglio, el cura que sabía el nombre de las mascotas de sus feligreses

El papa Francisco fue un "párroco de barrio" que no se contentaba con saber solo el nombre de sus feligreses, sino que quería conocer también hasta el nombre de sus perros y demás mascotas.

Jueves 28 Marzo 2013 | 08:47

Esta es una de las muchas anécdotas sobre Jorge Mario Bergoglio que atesora el periodista argentino Armando Rubén Puente porque las vivió él en persona o se las contó gente muy cercana al ahora cabeza de la Iglesia, y que ha recogido en el libro "Papa Francisco, cómo piensa el nuevo pontífice" (Libroslibres).
En una entrevista con Efe, Puente explica que en la obra también se incluyen párrafos de homilías y discursos pronunciados en los últimos diez años por Bergoglio y a los que tuvo acceso por su trabajo en la Agencia de Información Católica de Argentina (AICA).
Al hasta hace poco cardenal-arzobispo de Buenos Aires le define como "párroco de barrio" y hombre de "fácil charla" que solía devolver personalmente todas las llamadas telefónicas diciendo: "Soy el padre Bergoglio, ¿qué quería usted?".
"Tengo que conocer el nombre de mis feligreses y el nombre de los perros de mis feligreses", llegaba a decir, lo que demuestra su "cercanía" a la gente, manifiesta el autor.
El nuevo pontífice nació en 1936 en el barrio de Flores, uno de los más populares de la capital argentina, fue el mayor de cinco hermanos y su madre se quedó parcialmente paralítica al dar a luz al último -a Malena, la única hermana que aún vive-, por lo que él tuvo que aprender a cocinar -pollo, tallarines o ñoquis- y pasó mucho tiempo con su abuela.
En su casa no se pasaban necesidades pero no tenían auto ni iban a veranear, según los datos recopilados por Puente, que resalta que el equipo "de sus amores" era y es el San Lorenzo de Almagro.
Hasta los 17 años llevó una vida como cualquier chico: "bailaba tango, aunque prefería la milonga, jugaba al fútbol y al baloncesto, salía con amigos y amigas y estudiaba", pero a esa edad, el 21 de septiembre, Día de la Primavera, tras estar de fiesta entró en una iglesia y se confesó.
"Vi acercarse a un sacerdote que no conocía y que iba a un confesionario. Arrastrado por una fuerza que no sé explicar me acerqué a él y me confesé (...) Cuando me levanté supe que iba a ser sacerdote", se relata en el libro.
A los 21 años Bergoglio ingresó en el Seminario, especifica el autor, que fue presidente de la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera en España, y contó en la elaboración del libro con la colaboración de los periodistas españoles Álex Rosal y Carmelo López-Arias.
Asegura "con rotundidad" que Bergoglio hizo "todo lo que pudo" en los años 70 por los perseguidos durante la dictadura militar, logrando ayudar, entre otros, a dos jesuitas -Orlando Yorio y Francisco Jalics- tras hablar con el almirante Massera y el general Videla.
Sin embargo, no tuvo tanto éxito en otras gestiones, como es el caso de la nieta del poeta Juan Gelman.
En 2001 fue nombrado cardenal y, a partir de entonces, recorrió todas las parroquias bonaerenses, pero sin llegar de visita en coche oficial.
Puente afirma que el papa comía solo y no iba a banquetes, y solo hacía excepciones cuando el ofrecimiento partía de una familia humilde.
Francisco habla, además de español, italiano, francés y alemán; le gusta la poesía de Hölderlin, "La Divina Comedia" de Dante Alighieri o la novela italiana "Los Novios" de Manzoni.
Lee a Dostoievsky y conoció personalmente a Borges, "un agnóstico que todas las noches rezaba el padrenuestro porque se lo había prometido a su madre", según dijo de él el papa.
Este libro sobre Francisco sirve además para conocer sus inquietudes e ideas sobre temas de actualidad apuntadas en distintas ocasiones; sobre el aborto subraya que "estamos en presencia de un ser humano", y del matrimonio homosexual comenta: "No es lo mismo el matrimonio que la unión de dos personas del mismo sexo, distinguir no es discriminar sino respetar".
También critica el "capitalismo salvaje" asegurando que "el dinero también tiene patria, y aquél que explota una industria en el país y se lleva el dinero para guardarlo afuera está pecando".
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