Jesucristo fue un personaje que no dudó en entregar su vida por una causa y un ideal, a favor de sus semejantes como otros lo hicieron a lo largo de la historia; pero él tiene una mención especial por ser un símbolo antes y después de los procesos históricos de la humanidad; él fue el primer revolucionario pacífico que marcó el inicio de una nueva era y que en parte representa el espíritu de todos los líderes que luchan por un mundo mejor. Jesucristo trajo una gran revolución interior y para llevarla a cabo se enfrentó con los poderes establecidos de la época; fue un revolucionario de la no violencia, pues predicó la mansedumbre ante todo y porque sabía que su lucha pacífica ocasionaría la mayor transformación, pues dijo: Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios.