“La acción voluntaria es una atracción para quienes desean servir”. Eres buen voluntario cuando sientes desde lo profundo de tu ser que el invertido en el servicio es tiempo ganado, aprovechado, vivido.

No importa la cantidad de tiempo que utilices en el trabajo voluntario, es la calidad del tiempo que vivimos pensando en la comunidad. El Voluntariado tiene que sentirse en lo profundo del ser humano, es una mística de trabajo sin fines de lucro, es una filosofía que nos invita al razonamiento y a la elevación del espíritu para superar los problemas internos y personales y poder ayudar a los demás. Por eso se declaró el 5 de Diciembre como el Día Internacional del Voluntario, para rendirle homenaje a esos hombres y mujeres del mundo, que entregan su tiempo y su espíritu a ayudar a otros sin fronteras, sin ideologías políticas, sin distinciones de razas, ni de edades, ni de religiones, ni de clases sociales. El voluntariado nació así, ha evolucionado en su concepción pasando de un voluntariado caridad a un voluntariado filantropía y hoy día un voluntariado como herramienta de desarrollo social.