Historias. “Todos empezamos con buenos propósitos, pero al final el camino hasta el gimnasio se hace largo o da pereza una vez que se ha llegado a casa. Como consecuencia, el deporte queda en el mejor de los casos para el fin de semana, pese a que es básico para tener un sistema cardiovascular sano”, opina Johana Jaramillo.

Una opción es por tanto armarse el gimnasio en casa, algo que según César Velásquez, instructor de gimnasia, no tiene por qué ser demasiado caro. “Una colchoneta, un par de pesas, cada una entre tres a cinco kilos de peso y un aparato para entrenar la resistencia, eso es suficiente”, asegura, y destaca que lo importante es combinar los elementos de fuerza con los de rendimiento, según dice.

Por otra parte Oswaldo Bedoya, instructor del gimnasio "Bedo", recomienda la compra de una bicicleta estática. “Es algo para todos”, destaca. Lo mejor es que se puede entrenar también el torso y los brazos, algo que no se hace en la bicicleta tradicional, dice.

 

Sugerencias. La zona de entrenamiento tiene que estar bien ventilada, porque al hacer deporte se consume mucho oxígeno. Por eso el sótano o los lugares cerrados no son ideales. La temperatura del aire se encuentra en los gimnasios públicos entre 18 y 19 grados, para no aumentar más aún el esfuerzo corporal.

En la sala de ejercicios debe haber además un espejo grande. “Sólo así cada uno puede ver si lo está haciendo bien”, explica Bedoya. Para que los tendones y las articulaciones no sufran, es importante calentar antes de empezar a hacer gimnasia.  <