Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), apoyó la postura de los partidos políticos que han cuestionado el proceso de verificación de firmas, luego del escándalo de las falsas adherencias.
“El poner muchas dificultades para que un grupo entre en la lid electoral, no es propiamente un progreso para la democracia”, dijo Arregui a radio Sonorama. El religioso consideró que todas las agrupaciones políticas deben participar en las elecciones generales de 2013 y que son los ciudadanos los que deben juzgar con sus votos.
La ley electoral, conocida como Código de la Democracia, establecía que las organizaciones políticas debían someterse a un proceso de inscripción para lo cual tenían que presentar el 1,5% de firmas del padrón electoral (157.947 rúbricas).
En el mes julio miles de ciudadanos empezaron a denunciar que habían sido registrados y constaban como afiliados en partidos políticos sin su consentimiento.
Esto motivó a que el Consejo Nacional Electoral resolviera someter a todos las organizaciones a un proceso de verificación de sus firmas.
Arregui sostuvo que la falsificación de firmas es una de esas “sapadas” (viveza) inevitables en cualquier área de la actividad social y dijo que las autoridades deben dar con los responsables