Ayer en la ciudadela San Francisco, sector del seminario San Pedro, pocos moradores se dejaron ver. La mayoría, desde las ventanas, miraba el paso de los extraños.

Y es que había temor, dolor y coraje. La muerte de los esposos, a pocos metros de su casa, desató diversas sensaciones.

Entre los dos recibieron alrededor de doce balazos, la mayoría en la cabeza.

 

 Dolor. Jacinto Mero, padre de Carlos Mero, aseguró que él se encontraba fuera de la provincia, cuando por la madrugada su esposa lo llamó para contarle que su nuera había sido asesinada. 

"Su voz no era la misma de siempre, sabía que algo más había sucedido", indicó.

Las sospechas fueron aclaradas a los pocos segundos, ya que le informaron que Carlos Alfonso -el mayor de sus hijos- se encontraba grave, tras resultar herido en el mismo suceso.

"No lo podía creer; sin embargo, emprendí el viaje de retorno y al llegar al hospital me dijeron que mi hijo había muerto. No resistió la agresión", contó Mero.

 

 El crimen.

Monserrate Rox y Carlos Mero habían salido a eso de las 20h00 de su casa con destino a una fiesta. 

En la madrugada, alrededor de las 02h00, se dio la balacera cuando retornaban, a dos cuadras de su vivienda.

La señora murió de forma instantánea. Seis disparos de arma de fuego hicieron blanco en ella.

Carlos, por su parte, quedó herido de gravedad y murió en la sala de emergencia del hospital regional Verdi Cevallos Balda, a eso de las 05h15, según el registro de la casa de salud.

Una tercera persona, que acompañaba a los esposos, resultó ilesa. Ella fue quien avisó de lo ocurrido a la familia.

Las personas que perpetraron el doble crimen, según la testigo, se movilizaban en un taxi.

La pareja tenía tres niños de 9, 6 y 3 años.

Ayer agentes de la Policía Judicial procedieron al levantamiento de los cadáveres e iniciaron las investigaciones. <