Sus asesinos esperaron pacientemente a su víctima hasta tenerla cerca y propinarle una ráfaga de disparos. Los deudos informaron que el hecho se dio alrededor de las 22h20.

 

A bala. Mero era conductor de un "gusanito". Una de sus primas narró que el domingo salió temprano, se despidió de su mamá Edilia y se marchó a laborar en el vehículo, aprovechando la presencia de clientes en el centro de la ciudad.

Sin embargo, al parecer sus movimientos eran seguidos por algún sujeto, que  lo esperó pacientemente hasta tenerlo a su merced. La espera dio resultado, ya que Kelvin a duras penas estacionaba el "gusanito", cuando una lluvia de proyectiles afectaron su organismo.

Los estruendos se escucharon a varias cuadras de distancia. La familia del ahora occiso se enteró a los pocos segundos, pues el automotor quedaba estacionado siempre frente a la casa, cruzando la calle. El cuerpo de Kelvin fue llevado a la sala de emergencias del hospital Napoleón Dávila, donde los médicos corroboraron su muerte. 

Las heridas, más de diez, lo alcanzaron en el pecho, tórax y en el cuello. El criminal, según los moradores, escapó en un automóvil marca Aveo, color gris, que lo esperaba a pocos metros de la escena del asesinato.

Kelvin Mero era el mayor de cuatro hermanos procreados por Edilia Mendoza y Kelvin; su sepelio está previsto para hoy.