La Biblioteca Elmer Holmes Bobst está siendo objeto de una reforma para cerrar sus balcones interiores y sus escaleras, gracias a unas pantallas que servirán para "reforzar la seguridad y actualizar su funcionalidad y estética", informó la institución académica en un comunicado remitido hoy a Efe.

Desde su inauguración en 1973, tres alumnos se han suicidado arrojándose desde una de las galerías interiores que componen su estructura y que elevan el edificio hasta los 45 metros de altura.

El primer estudiante, John Skolnik, se quitó la vida en septiembre de 2003, según detalla hoy The New York Times, y apenas un mes después, otro alumno, Stephen Bohler, se suicidó de la misma manera.

A raíz de esto, la universidad instaló unas barreras acrílicas "como una medida de seguridad provisional", según la institución, lo que no impidió que, en noviembre de 2009, otro estudiante, Andrew Williamson-Noble, saltara nuevamente desde las galerías.

Actualmente, NYU está reemplazando las barreras por unas mamparas perforadas de aluminio, "acordes con las mejoras que se están introduciendo en la biblioteca y respetuosas con el icónico diseño original del arquitecto Philip Johnson", según la universidad, que prevé concluir las obras a comienzos de septiembre.

El estudio encargado de las obras, Joel Sanders Architects, apuntó que las pantallas están inspiradas en "el trabajo decorativo de rejilla usado por Johnson", y combinan con "los colores y materiales empleados en las verjas, al tiempo que actualizan y refrescan el atrio incorporando diseños digitales del siglo XXI".

Además, las mamparas han sido concebidas para que "conserven la luz, el aire y las vistas al interior del atrio", afirmó el estudio de arquitectos en el mismo comunicado de la institución.