Actualizado hace: 930 días 7 horas 16 minutos
DISCAPACIDAD
Barreras son algo común

Calles y veredas sin accesos para personas discapacitadas son algo común en el casco urbano de Manta y en los barrios.

Domingo 19 Agosto 2012 | 00:00

En instituciones públicas como el hospital del Seguro Social el panorama es igual o peor, así lo cree el jubilado Manuel Mendoza, quien cada vez que tiene cita en consulta externa debe ir acompañado de algún familiar, ya que se moviliza en silla de ruedas.
“La compañía no basta, pues hay que pedir ayuda a otra persona para que me bajen en peso por las escaleras”, manifestó.
En el hospital Rafael Rodríguez Zambrano sucede igual. Hay ascensores que no abastecen el flujo de usuarios y regularmente se dañan.
 
Ordenanza. La ordenanza vigente en Manta sobre discapacidades está desde el 2003 y responsabiliza al cabildo de establecer medidas concretas para favorecer el desarrollo de acciones de prevención, atención en salud y educación de las personas con discapacidades mediante servicios que ofrece a la comunidad.
Susana Murillo, técnica de Planeamiento Urbano, recordó que el único proyecto emprendido por el municipio fue en septiembre del 2008 cuando se firmó un convenio con la Vicepresidencia de la República y el Conadis.
Ese plan fue parte del “Programa Ecuador sin Barreras” que buscaba eliminar barreras arquitectónicas y regenerar áreas urbanas.
En Manta se cumplió en la avenida 2 desde la calle 9 hasta el monumento El Faro, frente al Banco del Pacífico. “Después de esa iniciativa no ha habido otra”, subrayó. 
 
Construcciones. Janeth Cedeño, del departamento de Planeamiento Urbano, expresó que aunque no hay iniciativas como la del 2008, el municipio aprueba proyectos donde sí se consideren construcciones con espacios abiertos para personas discapacitadas.
“Al proyecto del nuevo Mercado de Tarqui se le está haciendo un rediseño y reajustes arquitectónicos”, aseveró.
Se ha prohibido también que vallas y letreros se ubiquen en aceras y veredas donde exista circulación peatonal, dijo.
La recomendación para las rampas de acceso a minusválidos es que deben ser de 1,20 metros de ancho y 10% de pendiente.
Estas rampas deben ubicarse paralelo a los pasos cebras y deben tener señales.
A las nuevas urbanizaciones no se las obliga a construir sin barreras arquitectónicas, denunció Carmen Pisco, ciudadana.<
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