Con la pregunta "¿Quién es tu papi?" escrita en su carrocería, un peculiar furgón recorre las principales calles de Nueva York ofertando pruebas de paternidad.
El servicio que presta esta clínica sobre ruedas en ocasiones convierte al vehículo en un verdadero "hotel de los corazones rotos", según dijo Jared Rosenthal, quien conduce la furgoneta y realiza las pruebas de paternidad por un precio de 299 a 575 dólares, según el tipo.
El resultado es enviado por correo a los clientes o se entrega en persona.
"Hay drama, mucho drama. A veces ves a un hombre que entra con su bebé y lo único que esperas es que sea su padre", asegura.
Rosenthal recuerda historias duras, como la de un hombre que se enteró de que no era el padre biológico de su hijo, cuya cara llevaba tatuada en el pecho.<