"Puede que nos hayan sacado del Palacio pero no nos sacarán del corazón de la gente", manifestó el expresidente y exobispo católico a un grupo de periodistas, según la edición digital del diario Última Hora.

"Hoy de nuevo, un 15 de agosto memorable, histórico, agradezco a los que generosamente cooperaron con ese Gobierno que no sé cómo llamará la historia", remarcó el exmandatario, que afirma haber sido víctima de un golpe de estado parlamentario.

Hace exactamente cuatro años, el 15 de agosto de 2008, Lugo asumió como presidente para un mandato de cinco años y Federico Franco, el actual mandatario, como vicepresidente.

Franco se hizo cargo de la Presidencia de Paraguay el 22 de junio pasado en sustitución del exobispo, que fue separado del cargo tras haber sido sometido a un juicio político en el Legislativo por mal desempeño en sus funciones.

Esa situación derivó en la suspensión de Paraguay ante el Mercado Común del Sur Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas, que consideran que en el país se produjo un "quiebre democrático".