Una de las principales causas para la caída del cabello, además de la genética, es el rápido estilo de vida al que estamos acostumbrados.

Largas jornadas de trabajo, de la mano de una mala alimentación y escasas horas de sueño provocan la debilidad de la hebra capilar, y por ende su caída. 

Una personas sometida a gran presión o estrés puede desarrollar diversos cambios en su cuerpo, tales como la pérdida de peso, la aparición del acné y la caída del cabello, puesto que la alopecia o calvicie responde a diversos factores psico-emocionales.

Para evitar que su cabello pierda vitalidad es necesario establecer un rutina diaria de descanso, la misma que puede varias de 8 o 10 horas, sin embargo, al no poder acceder a esta jornada de sueño es necesario emplear el tiempo libre en actividades de dispersión, aunque estas duren sólo unos minutos. 

Asimismo, un masaje capilar ayuda a disminuir el estrés y mejora la circulación en la cabeza. Es recomendable realizar un masaje presionando las yemas de los dedos y moviéndolas en forma circular por el cuero cabelludo al menos una vez por semana. 

Otra factor importante para detener la caída del cabello es consumir alimentos ricos en vitaminas y hierro, tales como las frutas y las verduras. En ocasiones la caída del cabello se genera por la anemia. 

Maltrato: Por otra parte, se debe conocer que los tintes de cabello, el calor de la plancha y la secador, e inclusive la exposición al sol, genera que el cabello se maltrate, se debilite y por ende se caiga. 

Para el cuidado del cabello es recomendable utilizar peines y cepillos suaves, que no quiebren la hebra capilar. Además se debe utilizar productos especiales para ayudar al desenredo del cabello, y evitar tirar de él.

Los cepillos y peines deben ser limpiados una vez por semana