Además, la intendenta de Santiago, Cecilia Pérez, cifró en 400 millones de pesos (unos 834.000 dólares) las pérdidas por los daños a tres autobuses del transporte público que fueron incendiados durante las escaramuzas entre los jóvenes y la policía.
La marcha de la capital fue convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), con el respaldo de los universitarios, con el fin de mantener vivas las demandas por una educación pública, gratuita y de calidad.
Los estudiantes querían marchar por la Alameda, la principal avenida de la capital, pero la Intendencia (gobernación) desechó ese recorrido y propuso dos alternativas que la ACES rechazó, por lo que la marcha no fue autorizada.
En Santiago, la policía se enfrentó a los estudiantes con chorros de agua y carro lanzagases, así como personal montado a caballo. Los jóvenes lanzaron piedras y otros objetos a los policías, destrozaron mobiliario urbano e instalaron barricadas en las calles cercanas.
También destrozaron vehículos particulares, así como las fachadas de una mutual de seguridad, algunos ventanales del edificio de la Telefónica y un concesionario de automóviles
Según carabineros, también se registraron movilizaciones en ciudades como La Serena (norte), Viña del Mar (centro) y Valdivia (sur), con más de 50 detenidos y destrozos a la propiedad pública y privada.