Decimos que trata de ensombrecerse el panorama pre-electoral, por cuanto del rato menos pensado aparecen anomalías como la del sonado caso de la usurpación de las identidades, al aparecer miles de ecuatorianos registrados indebida y misteriosamente en partidos y movimientos políticos, sin que ellos lo hubiesen autorizado.  Y lo raro del caso está en que esos nombres, cédulas y firmas aparecen auspiciando partidos y movimientos diferentes a sus respectivas inclinaciones, como, para citar unos pocos ejemplos, el Ab. Álvaro Noboa Pontón, líder máximo del PRIAN que aparece respaldando a PAIS; el presidente de la Asamblea Fernando Cordero, quien es de PAIS y aparece en la lista de otro partido.  En Guayaquil, los de Madera de Guerrero del Ab. Jaime Nebot, aparecen respaldando a PAIS.  Y así por el estilo diferentes cambios en las tendencias electorales.  Unos aducen no haber auspiciado a nadie, como es el caso del Dr. Orlando Alcívar Santos, prestigioso editorialista de El Universo.  Otros dicen que tienen copia certificada del listado presentado en el Consejo Nacional Electoral y en este aparece ahora un listado adulterado.

Y lo peor del caso es que la culpa se le quiere atribuir a los partidos y movimientos, así como a quienes recogieron las firmas, cuando fácilmente se puede deducir que la manipulación es de casa adentro y que el fin es perverso y protervo.  Ya hay la intención de dejar afuera a todos los partidos y movimientos que al eliminarse esas supuestas alteraciones no completen el número de auspiciantes requeridos.

¿A dónde se quiere llegar? A más de  las facilidades dadas oficialmente a cierta tendencia, ¿ Qué más quieren darse?.