Me atrevo a decir que la humildad es parte del éxito, y para poder mantenerla se necesita tener en mente siempre la palabra “sostenibilidad”, que es justamente lo que nos va a permitir seguir amando, trabajando, sirviendo, perseverando, ayudando, sin escatimar esfuerzo alguno y sin mirar a quien. Es toda una vida de bien, de fama, de orgullo, de tranquilidad, que nos conduce día a día a hacer cosas espectaculares, preciosas, relevantes en beneficios generalizados, justos y equilibrados.
Está en valorar al que aporta con ideas, la capacidad del otro, en reconocer las equivocaciones, en atender y escuchar a los humildes, en rectificar los errores… A esto llámele “sabiduría”. Grávense en sus memorias, demostrémosle a los demás bondad, generosidad y sobre todo “humildad”, que es un valor humano que se convierte en una herramienta para lograr el éxito.