Y es que Ramón Zamora Ibarra ha dedicado 10 años de su vida al oficio de afilar cuchillos.

Ramón tiene 64 años de edad. Recuerda que cuando tenía 22 años recibió un disparo en la pierna izquierda, lo que provocó que los médicos le amputaran esa extremidad. Desde ese momento la vida de Ramón cambió, pues ya no podía trabajar como lo hacía antes.

Posteriormente vio en el cuchillo una manera de salir adelante y fue entonces que decidió trabajar afilándolos.

A Ramón se lo conoce porque afila el utensilio de cocina manualmente.

"No me gusta utilizar la máquina, porque eso daña el cuchillo", dice.

Para nuestro personaje afilar un cuchillo sólo es cuestión de 15 o 20 minutos, claro, si es que no está tan "romo" (con poco filo), aclara.

Ramón afila entre 20 y 25 cuchillos diarios.

"También afilo machetes y una que otra hacha. Mejor dicho, yo afilo lo que venga", dice.

El costo de una afilada va desde los 0,35 centavos hasta un dólar.

"No me hago mucho dinero, pero trato de ganarme la vida trabajando en algo sano. Además soy padre de dos hijos, uno de 16 y otro de 11 años", dice Ramón mientras hace su trabajo.<