Así, hay faltas leves como no estar uniformado o usar un celular u otro objeto ajeno a la actividad educativa y que distraiga su atención en clases. Habrá una amonestación verbal y, junto al padre, el alumno deberá firmar una acta de compromiso de no incurrir otra vez.
Respecto a las graves, son: consumir alcohol o tabaco dentro de la institución, salir sin autorización, maltrato físico, verbal o psicológico, dañar la infraestructura o equipamiento del plantel. Habrá hasta 15 días se suspensión.
Y entre las muy graves constan, además, comercializar alcohol o tabaco en el plantel; portar armas; paralizaciones; falsificar firmas, documentos o expedientes académicos; suplantar a otro en un examen, y obtener dolosamente copias de exámenes. Las sanciones son suspensión por 30 días y separación definitiva, lo que implica que el estudiante debe ser reubicado en otra entidad. <
Conducta, de la A a la E
La calificación de la conducta de los estudiantes será por letras y no afectará la promoción de los estudiantes de un curso a otro.
Y es que hasta ahora el mal comportamiento de los estudiantes se mide por números y sobre 20 e incide hasta para elegir al mejor alumno, comentó Marlene Jaramillo, coordinadora zonal de Educación. El reglamento estipula una calificación desde la “A” que es muy satisfactorio hasta la “E” que es insatisfactorio.