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Ariosto Andrade, caballero de dos siglos
Ariosto Andrade, caballero de dos siglos
Por: Enrique Delgado Coppiano

Sábado 04 Agosto 2012 | 00:00

Manabí es tierra heroica, cuna de Alfaro y sus ideales, a cuya causa contribuyó un hombre ejemplar, el Cap. Heráclito Andrade Vera, en cuyo hogar formado con doña Policarpa Díaz, nació el primero de diciembre de 1918 un varón, Ariosto Andrade Díaz que junto a cinco hermanos constituyeron un ejemplar hogar. Ariosto es un chico vivaz e inquieto, estudioso, inteligente, se educa en la escuela Juan Montalvo de Chone y en el Colegio Pedro Carbo de Bahía de Caraquez, ahí conoce de Contabilidad y Negocios. La presencia del mar y riqueza natural manabita le dicen que aquí hay posibilidades de empresas, organiza a muchos y gesta la formación de la Cámara de Comercio de Chone en 1940, es su mentor y primer Secretario General.

 

La ruta del ferrocarril de Alfaro, Bahía – Chone lo inspira y a su sueños no le basta el horizonte  que mira, cree en Manabí y por ello impulsa  el Proyecto del  Raid  Chone – Quito, liderado por Carlos Alberto Aray para llegar con una vía  del mar a los Andes. Para difundir ésta  y otras ideas, y que lleguen lejos,  funda el Diario El Sol en Chone en (1938) y en sus páginas logra reunir al selecto intelecto de Chone, Portoviejo, Bahía, Manta y Manabí entero.
Compenetrado de que el comercio es un hacer sin fronteras marcha a Guayaquil. y funda Comercial Manabita  (1944-1948), con sistemas innovadores de comercialización y créditos. Cumple metas, vence dificultades y se convence de la necesidad de que Manabí requiere  de una entidad crediticia de la provincia, rompiendo la bipolaridad de Quito  y Guayaquil. Allá va el Quijote a nuevos desafíos y con otras importantes figuras crea el Banco Comercial de Manabí, entidad que llega a ser una realidad a partir de mayo de 1980, actualmente con oficinas en Portoviejo, Chone, Manta, Bahía,  y corresponsalías en Gquil. y Quito. 
En su vida familiar, con la distinguida dama Doña Marina Castro, forma un hogar sagrado con la alegría de sus hijos Ariosto, Walter y Nancy, quienes son valiosos exponentes en diversos campos del profesionalismo, laboriosidad y hacer colectivos. 
Ariosto Andrade conoció el principio que “un hombre es tan grande como sea su sueño, su ideal,  su esperanza. El hombre hace el sueño y al cumplirlo crece y se agiganta la tarea y sus resultados”. Así representa a Manabí en estamentos nacionales como la Junta Monetaria, en la Aso. de Bancos Privados del Ecuador, Fundación Ecuador, entidades sociales,  siempre con acciones positivas a favor de la ciudadanía manabita y del país. Al cumplirse 30 días de su deceso nos honra recordar a tan egregio ser humano que vivió entre nosotros como todo un  caballero de dos siglos. 
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