Como en un juego de ajedrez la Policía dice haber movido sus piezas desde el operativo "Bumerán". Luego los indicios llevaron al  "jaque mate".

Los uniformados indicaron que declaraciones sueltas y varias pistas del primer caso los llevaron a realizar un seguimiento contra César Fernández.

Esto según los uniformados empezó en noviembre del 2011, cuando los agentes descubrieron un caso de narcotráfico. A partir de allí y de otros hallazgos hechos en contenedores "contaminados" con droga se relacionaron los hechos que llevaron al operativo del miércoles, cuando, según se dijo, existían suficientes méritos.

Juan Carlos Barragán, jefe nacional de la Policía Antinarcóticos, manifestó que la acción se efectuó entre la tarde y noche de ese día en Guayaquil. 

 

LO INCAUTADO. Agentes de élite allanaron seis inmuebles de Guayaquil, Quito y Santo Domingo de los Tsáchilas.

Entre las evidencias decomisadas hay cinco carros que fueron retenidos, cuatro pistolas de diferentes marcas con alimentadoras y municiones, equipos de comunicación varios teléfonos celulares, así como 40 mil dólares y 100  ladrillos de cocaína que dieron un peso bruto de 115.814 gramos de la sustancia, informó.< 

 

Según la Policía, la droga era camuflada en el balde de una camioneta con doble fondo y que a través de ganchos podía ser suspendida para colocar los ladrillos de cocaína. De esta forma si existía algún control policial evitaba que el ilícito fuera descubierto. Mientras que, para enviar la droga a países como México y España, los sospechosos hacían lo que, según el ministro del Interior, se conoce como "gancho ciego" es decir, después de las revisiones policiales el contenedor es violentado y contaminado.