Los hechos. Los patriotas que estaban en el cuartel real habían sido acusados de crímenes de lesa majestad y las autoridades pedían pena de muerte.
Los quiteños atacaron a los guardias y tomaron sus armas. Pero después los españoles les ganaron y en venganza se dio el violento asesinato de todos los detenidos.
Entre los próceres que fallecieron ese día estaban Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga, Juan Salinas, Francisco Javier Ascázubi, el presbítero José Luis Riofrío, Juan Larrea y Guerrero, Mariano Villalobos (gobernador de Canelos), Juan Pablo Arenas, Antonio de la Peña, Vicente Melo, Atanasio Olea, Nicolás Aguilera, Manuel Cajías, Carlos Betancourt y José Vinueza.
Según los registros históricos, uno de los últimos próceres en morir fue Quiroga. Él estaba acompañado por sus hijas, quienes por casualidad visitaban a su padre.
En primera instancia se dice que Quiroga se negó a apoyar a los soldados y fue asesinado en presencia de sus hijas. De nada sirvió que ellas pidieran que se le perdonara la vida a su padre.
El combate no sólo se dio en el cuartel. En las calles de la capital de los ecuatorianos luchaban por la libertad. Se calcula que murieron entre 200 y 300 personas, lo que sería el uno por ciento de la población de entonces. Después de los enfrentamientos se declararon tres días de luto en Quito. <