David Gorozabel, experto en cañas guadúas, indicó que la Corfam realiza, desde mayo del 2005, un proyecto que implica el sembrío de la planta en las riberas de los ríos de nueve cantones: Portoviejo, Santa Ana, 24 de Mayo, Rocafuerte, Olmedo, Tosagua, Sucre, Bolívar y Junín.

Gorozabel explica que las raíces de la caña forman un sistema radiocular, es decir, que se entrelazan, convirtiéndose en un "muro de gavión" natural, lo que permite que "abrace" la tierra y evite que ésta se desmorone y ensucie el caudal.

 

 tipos. Existen varios tipos de caña guadúa, pero en Manabí se han podido diferenciar claramente dos clases de cultivos de esta planta: una que tiene espinas y que en el medio se la conoce como “caña brava” y la otra, sin espinas, que se la identifica como “caña mansa”. 

La brava es de color verde intenso, con las paredes de los tallos más gruesos y resistentes, posiblemente con un alto porcentaje de sílice (mineral formado por silicio y oxígeno, que quita la humedad del lugar donde se encuentra), lo que hace que sea de mejor calidad y muy apreciada en el mercado, pues con ella se hacen varias casas, muebles, canalones y artesanías que, al ser pulidas, son vendidas o exportadas.

La otra es de un color verde amarillento, de menor consistencia aunque esté madura, debido a que las paredes que forman el tallo son más delgadas.

 

 detalles. Estas plantas crecen fácilmente en zonas húmedas. 

Sin embargo, también están en lugares secos, pero no de forma común.

A partir del primero o segundo año alcanzan una altura de hasta 20 metros.

La forma de sembrado es a través de chusquines (hijos de las guadúas que brotan de sus raíces).

Para cortar una caña  es recomendable que la planta tenga 4 años de vida. 

A esta edad empiezan a tener manchas amarillas.

“Si se las corta antes se pueden quebrar al momento de usarlas”, comentó Gorozabel.