Aquello no es nuevo porque en algunas ocasiones se ha publicitado lo mismo sin mayores consecuencias, debido a que la medida no es continuada o simplemente queda en anuncio.

Es decir, la ausencia de la imposición de la ley, de los reglamentos y las ordenanzas, especialmente luego de haber publicitado la amenaza, hace que no solo no se imponga el principio de autoridad que siempre debe estar presente, sino que éste pierda valor y se diluya, pues su ausencia facilita el incremento de las infracciones, en este caso contra la seguridad y la higiene de toda la urbe. Fácil es comprobar aquello observando la cantidad de solares baldíos sin cerramiento, llenos de maleza o sirviendo de depósito de basuras y de refugios de delincuentes o drogadictos, en barrios periféricos y también en pleno centro de la ciudad. Esperamos que en esta oportunidad las cosas no queden solamente en amenazas y sean llevadas a cabo como se anuncia para beneficio de todos.