Luis Enrique Jaramillo Alcívar (20) y Danilo Bowen Zambrano (22 ), desaparecieron la madrugada del 16 de octubre del 2011 y sus cadáveres fueron encontrados dos días después en los alrededores de una cantera ubicada en la parroquia Picoazá de Portoviejo.
Los sospechosos son los subtenientes Leonardo Rafael Urbina Vivanco (22) y Harold Smith Barrezueta Torres (23); también los cabos segundo Freddy Javier Ramón Chávez (23) y Wilson Monserrate Loor Córdova (32) y los policías Diego Armando Loor Vinueza (27) y Lorgio Marcelo Intriago García (26).
Entre las pruebas que usará la Fiscalía constan la prueba de ADN con la que se comparó los rastros de sangre localizados en dos patrulleros, con el material genético de sus familiares y que resultó positiva, es decir la sangre es de los jóvenes.
También hay un informe del rastreo satelital a dos patrulleros policiales confirma que los carros estuvieron primero en el barrio Jocay, donde supuestamente se produjo la balacera y el secuestro de los jóvenes que después esos patrulleros estuvieron en el sector de las canteras.