Y así las cosas, todos decían verlo. Por burla o por miedo, lo veían en la cara de los trasnochados que acudieron el jueves al preestreno de la cinta del hombre murciélago en Manta.
En un shopping silencioso y difunto. Allí estuvo James Holmes, señaló Karen Joza. Al menos así  se lo dijo su amigo Andrés Sánchez, quien reía al ver su pánico. Se la notaba en una alerta continua.  Sonriendo pero con un temor camuflado en una sola frase, "aquí nada va a pasar".
La fila era larga, de unas 200 personas al menos. Muchos llegaron a las 20h00, como Rodrigo y Martín Larcos. Ellos esperaron sentados en el suelo de Supercines.
A las 23h45 las espectadores ingresaron. La sala 1, una de las más grandes, estaba repleta. Las luces se apagaron y los 10 parlantes anunciaban el trailer  de varios filmes. Apenas apareció el logo de la Warner Bros, empresa que hizo la película, se escuchó: "Te voy matar, te voy a matar".
La gente estaba atenta. Los que tal vez iban al baño sentían sobre sí miradas. Vigilados, por una seguridad que estuvo atenta. Tomando fotos de los asistentes. Caminando  entre los pasillos. La historia de Batman seguía y muchos comentaban lo que veían en Twiter o  Facebook. Decían que en México se incendió una sala donde estrenaban el filme. Entonces empezaron los cuchicheos, "Oye ¿y si llega el guasón?"; "Nada que ver, ese man está en La Roca (la cárcel", respondían).
El reloj marcaba las 02h00 y Batman luchaba contra Bane, el villano que esta vez desplazó al temido guasón. Y llegaron las 03h00, la película terminaba, "¿Y el Guasón?" se preguntaban unos. Al final nunca apareció, quizas para evitar que James Holmes, el asesino del cabello rojo, se tomara su nombre. <