Los ojos del mundo están puestos allí para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y entre otros países, Ecuador, que está representado por 36 deportistas.

 

Inauguración. La ceremonia de inauguración de los XXX Juegos Olímpicos es una oportunidad para que el mundo pueda ver lo preparado por el director artístico Danny Boyle y su equipo de trabajo, y la cultura de la ciudad anfitriona y el Reino Unido en su totalidad. 

El nombre elegido para el espectáculo de la ceremonia de apertura olímpica es "Islas maravillosas", y que iniciará con el sonido de la campana más grande -armónicamente afinado -en Europa (23 toneladas), producido por la Fundición de Whitechapel, y el estadio Olímpico se transformará en el campo británico para la apertura de una "verde y agradable" escena, que incluye a los animales reales de corral (vacas, ovejas, gallinas, perros, caballos y patos).

A todo ello se sumará un desfile de cientos de enfermeras, pues Boyle quiere rendir tributo a la creación de la sanidad pública británica (NHS por sus siglas en inglés) tras la II Guerra Mundial.

 

Presupuesto.

Hay un presupuesto de 27 millones de libras (unos 43 millones de dólares), menos de la mitad de lo que costó la de Pekín 2008. 

La ceremonia, que se estima será muy diferente al espectacular acto que abrió los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, tendrá una audiencia potencial de miles de millones de personas y será la manera de darle la bienvenida a 10.500 atletas de 36 disciplinas olímpicas, después de que la Reina Isabel II pronuncie un discurso con el que dé por inaugurados los Juegos.

 

Incógnita. Como es habitual, uno de los secretos mejor guardados es el nombre de la persona que encenderá la tea olímpica, después de que la llama pasara por una infinidad de atletas y recorriese un largo camino desde su encendido en Grecia.

Desde el pasado mayo, la antorcha viene recorriendo el Reino Unido y el espíritu olímpico ya ha inundado las calles y las tiendas de Londres, que adornan sus ventanas con banderas de todos los países. Así, el mundo espera la hora cero para palpitar con las alternativas deportivas. <