El país ibérico es el mayor donante en la nación sudamericana, seguido por la Unión Europea y Estados Unidos.

Su Gobierno ha recortado en un 70% los fondos de cooperación por la crisis presupuestaria por la que atraviesa y dirigirá las partidas que permanecen principalmente a Centroamérica, la región andina y África Occidental, dijo Pimentel a Efe.

"La ayuda se va a disminuir a nivel mundial y se va a concentrar en menos países, y Ecuador va a ser uno de ellos", explicó.

Aun así, Pimentel aseveró que "es muy previsible que haya una disminución importante de la ayuda" a Ecuador este año, aunque dijo no conocer aun las cifras.

La cooperación española fue uno de los temas que trataron ayer el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, y su colega español, José Manuel García-Margallo, que hoy finaliza una visita a Quito.

Durante el encuentro, Patiño le explicó la decisión de su Gobierno de que los programas de desarrollo de la cooperación internacional se "redireccionen" a proyectos de capacitación y de ciencia, algo con lo que García-Margallo dijo estar de acuerdo.

Pimentel explicó que al centrarse en esa nueva área, el impacto de la cooperación "no va a verse disminuido" por la reducción de fondos.

El funcionario dijo que España usará a Ecuador "como un modelo de intervención en la cooperación con países de renta media-alta, donde las cuestiones de cobertura de las necesidades sociales básicas a lo mejor ya no son tan importantes como participar en cuestiones de desarrollo del país donde España puede poner un valor agregado".

Actualmente España cuenta en Ecuador con proyectos en educación, agua y saneamiento, ambiente y apoyo a la reforma de la justicia y al crecimiento económico, entre otros.

Los 47 millones de euros destinados al país el año pasado incluyen además de ayudas directas, donaciones a organismos multilaterales que las han invertido en Ecuador, ayuda canalizada por organizaciones no gubernamentales y universidades, y cooperación de entidades españolas como el Congreso y el poder judicial, entre otros, aclaró Pimentel.

Uno de los frutos de esa cooperación se puede ver en el Monasterio de San Francisco, que hoy visitó García-Margallo.

El complejo eclesiástico, con 13 claustros y capacidad para 150 monjes, fue restaurado con fondos españoles, a través de unas escuelas taller que enseñan oficios a jóvenes con bajos recursos.

El ministro también visitó la Iglesia de la Compañía de Jesús, un templo barroco que es otro de los tesoros históricos del casco antiguo de Quito, ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.