“Vivir en medio de estas aguas negras hace la vida invivible aquí en los Perales”, dijo María Bravo Mero de 78 años de edad .
Varios de los moradores, hicieron conocer su malestar por el escape de aguas negras de las alcantarillas en varios de los barrios de Los Perales, donde habitan miles de habitantes.
José Mero Saavedra, de 85 años, del barrio Santa Gema, quien tiene una laguna de aguas negras al pie de su casa, mencionó que la dimensión del problema le impide respirar con normalidad, además que por las noches es imposible dormir.
Mero, comentó que hace 4 días el carro sifonero absorbió una agua estancada y colocaron cal, sin embargo a los pocos minutos, otra de las alcantarillas se rebosó y el agua negra recorrió varias cuadras hacia adentro, sostuvo.
María Farías Cedeño, de 42 años del barrio San José, explicó que el rebose ha provocado peleas hasta en los vecinos, ya que cuando el agua se empoza, los moradores hacen canales para que el agua fluya.
Farías agregó que ella vivía con un nieto de 7 meses, al quien tuvo que mandar a Guayaquil, para que esté allá mientras esto pasa, porque llevaba varios días enfermo, concluyó.
Rubén Vera, Director del Departamento Ambiental, sostuvo que el problema se ha dado debido a que por la ampliación completa de 2 pozas de oxidación, para la colocación de una membrana que permita darle el tratamiento a las aguas residuales, se ha paralizado el bombeo de aguas residuales, lo que ha provocado el rebose.
Vera, indicó que a partir de esta tarde se reanudará el bombeo a una de las pozas para evitar nuevos reboses.