"Yo creo que la legitimidad de un proceso y la legitimación de quien asume esta responsabilidad no está en los calificativos que emita alguno de los candidatos y menos de quien no ha querido reconocer el resultado de esta elección", dijo hoy Peña Nieto en rueda de prensa.

El virtual vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio en México se dijo "respetuoso con las expresiones" que puedan lanzarle sus rivales, especialmente desde la izquierda, que ha impugnado su victoria electoral y la limpieza de la elección.

La impugnación está en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), máximo órgano jurisdiccional en México para temas electorales, que tiene como máximo hasta el 31 de agosto próximo para determinar si la elección fue válida, paso previo a declarar un nuevo presidente electo.

Según Peña Nieto, las descalificaciones que pueda recibir "de ninguna manera ni marcan, ni señalan, ni imponen la condición en que un Presidente asume su responsabilidad".

"Lo que legitima la responsabilidad que asume el presidente de la República es el voto mayoritario de la ciudadanía de nuestro país. Ese es el que da el respaldo, y lo que le da la legitimación debida para asumir tal responsabilidad", agregó.

Respeto a las posibles manifestaciones y actos de resistencia que puedan suceder a partir de ahora y hasta que asuma la Jefatura del Estado el próximo 1 de diciembre, Peña dijo que respetaba las que sucedan "por la vía legal, pacífica".

Ayer, el exgobernador del Estado de Méxio y virtual ganador de los comicios con el apoyo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se reunió con Calderón en Los Pinos, en el primer encuentro entre ambos tras la elección.

Detalló que la cita "permitió realmente compartir el interés que hay de parte de un servidor para poder impulsar reformas" estructurales, como la energética, la fiscal, la laboral y una al sistema de la Seguridad Social mexicana, citadas por Peña Nieto como algunas de sus prioridades.

Calderón y Peña Nieto coincidieron en que los trabajos entre sus respectivos equipos de transición comenzarán una vez el TEPJF resuelva las impugnaciones presentadas.

El asunto de la denunciada compra de votos a favor del PRI el 1 de julio pasado, uno de los pilares de la impugnación presentada por la izquierda mexicana de López Obrador, no fue tratado con Calderón, aclaró.

Reiteró que su deseo es que los partidos políticos mexicanos "asuman una postura democrática y de respeto al resultado de esta elección, y un compromiso para con todos los mexicanos".

"En ese compromiso está actuar con responsabilidad institucional precisamente para favorecer un clima de civilidad, de madurez política y de armonía que permita realmente llevar a cabo los procesos que la ley prevé, como será el de la toma de posesión", indicó.

También adelantó que trabajará con los gobernantes de los 32 estados del país "más allá del origen partidario que tengan los gobiernos constituidos" en la "definición de objetivos y de proyectos conjuntos y compartidos" para asegurar una gestión con "mayor eficacia" y buenos resultados.