Es lamentable que los dirigentes de las Ecuatoriana por Deporte, federaciones provinciales, ligas cantonales y carriales se resistan a una ley que les regula técnica y financieramente, precautelando los recursos asignados prioritariamente a los deportistas, por los cuales fue creada y aprobada ésta Ley, y que tiene en hermetismo a muchos dirigentes del país, que se resisten al cambio queriendo aplicar lo de toda una vida, la autonomía total de los recursos para otra cosa, menos para la atención de los deportistas que acertadamente, hoy en día, el Sr. Ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, defiende a capa y espada; aplicando la Ley.
Pero como nada es eterno en ésta vida, existen algunos dirigentes en el país, que estando manejando por décadas las instituciones deportivas se oponen rotundamente a la fiscalización estatal y, específicamente, del ministerio sectorial, que a través de sus coordinadores zonales y delegados provinciales son parte coadyuvante del control y buen manejo administrativo de las instituciones, donde el deportista es el centro de atención por y para el cual fue creada ésta ley.
 De acuerdo a lo establecido en la Ley del Deporte, la dirigencia está en la obligación ética y moral de buscar talentos deportivos en base a pruebas físico-antropométricas y test psicopedagógicos que permitan la pronta identificación y dar paso a la iniciación deportiva como proceso formativo, y proyectar deportistas de alto rendimiento a una instancia superior, creando expectativa en el país y en cada ciclo olímpico, donde exista una reserva deportiva.
Es el momento de la verdadera revolución del deporte, donde la preparación académica constante de los dirigentes y servidores marcará un ícono histórico, respetando los estatutos consagrados en la Ley, encaminando a nuestra Patria a los primeros sitiales en el mundo.<