Cuando llegaron los policías, el cadáver estaba boca abajo, sostenido por una silla a la que le faltaba una pata. Cerca de su mano derecha estaba el vaso de plástico en el que bebía la cerveza. Lo rodeaban más de una docena de bancos vacíos y algunos otros rezagos de la fiesta patronal de la parroquia. 

 

Llegan a matarlo. 

Por las averiguaciones preliminares que hizo la Policía Judicial y que están escritas en el parte policial que se elaboró, se conoció que eran las 07h00 del domingo cuando se realizó el levantamiento del cadáver.

Horas antes, Orión Fernández había estado reunido con varios amigos. Disfrutaban "el concho" de la fiesta.

El salonero narró a la Policía que él expendía las últimas cervezas de la madrugada, llevadas desde Manta, cantón en donde vive el dueño del discomóvil.

En esas circunstancias apareció un hombre del que se dijo que es oriundo de la ciudadela San Alejo de Portoviejo.

Él y otros testigos a los cuáles la Policía les tomó la versión señalan haber visto el momento en que el hombre sacó un arma de fuego que llevaba escondida en la cintura. 

Aprovechando que la mayoría de personas estaban ebrias, se acercó a su víctima y le descargó cuatro disparos que hicieron blanco en el brazo derecho, axila del mismo lado, y tórax de Fernández. 

Se desconocen las causas del crimen.

El cuerpo fue entregado a Digna Fernández, hija de la víctima. Fue llevado al sitio San Felipe de la parroquia La Unión. <