Los animales se arrastran por tierra, tallos, racimos y árboles. Para los plataneros se trata de un animal más, pues pocos conocen que en plantaciones arroceras de Charapotó y Portoviejo ha causado graves perjuicios. 

Marcos Chica, quien posee 35 hectáreas de plátano en el sitio Cohete de El Carmen, dijo que hace dos meses empezó a encontrar el molusco entre sus sembríos, los cuales recogía y con ellos alimentaba a sus chanchos.

Agregó que luego dejó de realizar esa labor y ahora está sorprendido por la rápida multiplicación de los animales que están en todos lados por lo que analiza utilizar químicos para eliminarlos. 

Chica y otros plataneros han llegado a la conclusión que el caracol no es perjudicial para la planta de plátano, sino cuando logra subir y llega hasta el racimo o fruto. Allí si lo daña, dijo.

El técnico agropecuario Rafael Torres explicó que el molusco aparentemente no causa perjuicio porque se le hace difícil llegar hasta la parte alta de la plantación y hasta eso se entretiene con la maleza para alimentarse, pero si la maleza llega a terminarse o no hay, el caracol tiene una gran capacidad para adaptarse y empezaría a comer el fruto.

 

AFECTACIONES. 

El caracol que acecha los cultivos manabitas ya ha demostrado un apetito voraz que arrasa con plantaciones enteras.

En los cultivos de arroz de  Correagua, Nuevo Correagua, La Sequita y San Silvestre  de las parroquias Crucita y Charapotó los agricultores reportan grandes pérdidas. 

Patricio Montalván, agricultor arrocero, señaló que los caracoles se desarrollan tan rápido y comen tanto que se terminan hasta una hectárea de arroz en una noche. Abelardo Ávila, otro arrocero, dijo que eso sucede sobre todo cuando el cultivo está en planta pequeña y no resiste el apetito de los moluscos. “Parece como si pasara una podadora por el sembrío, no dejan nada”, alertó el agricultor.

En este año el caracol ha emigrado a otras comunidades, ayudado sobre todo por las inundaciones del pasado invierno. Así, ya se lo observa en Tosagua y en Calceta donde los animales son visibles en lugares donde sufrieron inundaciones. 

Oswaldo Valarezo, entomólogo del INIAP-Portoviejo, explicó que la especie que desde hace dos años perjudica a los cultivos en Manabí  es el “caracol manzana” o Pomacea Cunaliculata, el cual es más pequeño que el caracol africano (achatina fulica)  pero advierte que este "manzana" más pequeño tiene el mismo apetito voraz que el africano y también  la posibilidad de causar la enfermedad meningitis.

Explicó que el "caracol manzana" vive sobre todo en el agua el cual es su medio ideal, es muy resistente y se alimenta sobre todo de hojas y se reproduce rápidamente. <