Los familiares lloran, pues pese a haber recorrido en diversos laboratorios de Manabí y Guayas, no logran dar con la sustancia que afectó a Bravo.

 

Los detalles.

Johana Bermello Pisco contó que la tarde del viernes 29 de junio su esposo  tomó  un aceite supuestamente medicinal que había comprado. El envase era de una reconocida marca de productos naturales. 

Dijo que ella le preparó el producto en medio vaso de agua. El hombre, al probarlo, sufrió estragos por lo que ella le dijo a su cónyuge que mejor no tomara; sin embargo él le respondió que no quería perder los 10 dólares que le había costado y lo ingirió.

Eran las 17h30 del mismo día cuando Freddy Agustín, quien vive en el sitio La Tranca de San Plácido, fue a donde su padre, a dos cuadras de la casa que comparte con su esposa, y se desmayó. Antes de entrar en coma alcanzó a decir que el aceite que se había tomado le había hecho daño.

El agricultor fue trasladado a Portoviejo, donde los médicos comprobaron que una sustancia, que aún no se ha podido determinar qué es, le afectó el hígado, los riñones, el cerebro, los pulmones y el corazón, narró Senón Bravo Macías, padre del envenenado, quien dice aún no saber si seguirán acciones legales contra la persona que le vendió el aceite.

Freddy Bravo, quien es padre de dos hijos, está en terapia intensiva y con respiración artificial. Su familia sigue haciendo pruebas en laboratorios de Guayas con el objetivo de descubrir cuál es el tóxico que lo tiene grave.<