Esto se dará durante el transcurso del presente año y los tres próximos, constituyéndose para los organismos receptores un incremento de responsabilidades que deberán asumir con la mejor predisposición y entereza, pues la carga a recibir demanda la mayor eficiencia posible para su adecuada aplicación.
Así, además de riego, tránsito y transporte y actividades productivas entregadas a los gobiernos autónomos señalados, paulatinamente se les unirá las competencias de vialidad y gestión de riego, salud, educación y vivienda, cuencas hidrográficas, entre otras.
Aquello nos parece muy importante porque los funcionarios sectoriales podrán prestar atención inmediata a las necesidades de sus poblaciones, sin depender de largos, engorrosos y desesperantes trámites burocráticos.
Para ello, sin embargo, es imprescindible que con las obligaciones lleguen los recursos económicos y humanos requeridos, sin los cuales las intenciones corren el riego de quedar simplemente en demagogia.<