Una falla mortal dejó tras de si el nacimiento de una leyenda, que con su trabajo dramático iluminó las pantallas de televisión durante casi cuatro décadas y que se convirtió en un exitoso actor en la telenovela “Leonela”, donde protagonizó a un violador. Nacido el 26 de enero de 1952, bajo el nombre de Carlos Raúl Fernández, este destacado primer actor hizo suyo el apellido de su mamá para figurar en los créditos de un centenar de producciones dramáticas. Su primera aparición en la TV la realizó en 1968 en la novela “Historia de Amor,” su popularidad caló tanto en el público que antes de la llegada de 1970 ya había participado en “Prisionero de Zenda” y “El Hombre de la Máscara de Hierro” y en las miniseries “La Dama de las Camelias” y “Sor Campanita”. Su primer rol estelar lo alcanzó en el novela“ Secreto” y repitió en “La Indomable”, “Orgullo”, “La Italianita”, “Residencias de Señoritas”, “Alejandra”, “Sonia”, “El Ángel Rebelde”, “Sabrina”, “La Señora de Cárdenas”, “Estefanía”, “Piel de Zapa”, “Goméz I y II” y “Rosalinda”. Década de gloria Durante los años 80, este actor, quien compartió sus apariciones en televisión y teatro con el ejercicio de la medicina, intervino en las producciones dramáticas “Muñequita”, “Marta y Javier”, “Jugando a Vivir” y “De Su Misma Sangre” y “Una Niña de Ojos Color Café”. La popularidad de este actor llegó al tope cuando en 1983, junto a la actriz Mayra Alejandra, estelarizó la obra maestra de Delia Fiallo, “Leonela”, exitoso dramático que continuó en 1984 con “Miedo al Amor”. Recientemente, participó en serie juveniles como “Los Últimos Héroes, “Amor de Papel”, "Pecado de Amor”, “Peligrosa”, “Contra Viento y Marea” donde encarnó al bonachón Aquiles Millán para cerrar su carrera en “Los Querendones” donde encarnó al pícaro y popular Erasmo Grimán. Sus restos fueron velados en el Cementerio del Este, de Caracas, donde ayer recibieron sagrada sepultura.