Un claro ejemplo es lo que se da en la escuela Tiburcio Macías de la capital manabita, donde hasta ayer habían 16 familias ocupando 10 aulas de este plantel, que es uno de los que recoge a cientos de alumnos cada año.

Allí los damnificados se preguntan qué va a pasar con ellos, si serán reubicados en estos días o si serán parte del inicio de clases.

“Estamos esperando, pero si nos reubican queremos un lugar digno de habitar”, dijo Viviana Orellana, una de las afectadas. 

Ella tiene dos hijos que estudiarán en la escuela Rafael María Mendoza, pero a estas alturas ni siquiera tienen ropa para regresar a clases porque un deslizamiento de tierra, ocurrido en el sector de El Guabito y que afectó su casa, dañó también la mayoría de sus pertenencias. En este establecimiento se puede observar como los pasillos se han convertido en tendederos, el patio para lavar y conversar, mientras que las aulas para descansar y cocinar.

 

SIN RESPUESTA. Un equipo de El Diario acudió a la Dirección Provincial y Zonal de Educación para conocer por parte de las autoridades qué pasará con los planteles, pero en ambos lugares se indicó que estaban en un acto de entrega de nombramientos en el cantón Pedernales.<

 

Planteles ocupados