Esta se han convertido en una fuente multiplicadora de trabajo para los jóvenes que por diferentes motivos no han tenido la oportunidad de continuar estudiando.
Renso Pilay, propietario de la barbería Joshue Store, ubicada en la calle 12 y avenida 14, asegura que su negocio ha permitido la generación de 12 barberías en diferentes puntos de la ciudad. Todas están dirigidas por jóvenes que un principio buscaron aprender este oficio, para luego convertirse en ayudantes y ganarse el 50 por ciento de cada trabajo realizado. Y finalmente independizarse para montar su propio negocio, destacó.
Muchos de ellos eran adolescentes estaban en caminos equivocados, pero hoy son ejemplo de trabajo, dijo Pilay.
UNA HERENCIA.
Carlos Bravo tiene su barbería ubicada en la ciudadela El Palmar. Él dice que este oficio lo aprendió en la barbería de un amigo.
"Hoy no me alcanza el tiempo por la demanda de clientes. Es que la imaginación, precisión y destreza en las manos para dibujar en el cuero cabelludo cualquier diseño, no lo tienen todos", manifestó.
Cristhofer Gobea de 17 años, es uno de los nuevos aspirantes a convertirse en barbero.
El ejerce el oficio en la Barbería Shop, donde tiene un ingreso diario de 15 y hasta 20 dólares cuando hay sobre demanda de clientes.
Su jefe William Ayala, dice que el éxito de las barberías tienen que ver con la atención personalizada que le ofrecen al cliente. Por lo general sus clientes son jóvenes que buscan simular los cortes y estilos de famosos, sobre todo, de cantantes de reguetón y más ritmos musicales, indicó. <