A medida que la creciente arrastraba mayor  cantidad de agua, la Estación de San Alejo continuaba inundándose, lo que por precaución fue necesario apagar las bombas haciendo la respectiva descarga a través de los sumideros.
La inundación permitió descubrir la existencia de guías clandestinas, varias personas se han conectado en forma ilegal sus aguas servidas a las aguas lluvias, lo que provocó que frente a la inundación producto de la creciente del río Portoviejo, el alcantarillado pluvial colapsara y el rebose de las aguas se hiciera presente, afectando a varias familias de la Ciudadela San Alejo. En total fueron tres calles con sus transversales las que se vieron afectadas por la inundación y las conexiones ilegales.
El Jefe de la estación, Boris Mera, indicó que una vez que bajaron las aguas, se sacaron las dos bombas, las mismas que serán sometidas a mantenimiento preventivo ante la posibilidad que los desechos sólidos que arrastró la inundación e ingresó al cárcamo haya provocado daños en las turbinas de las bombas.