Son muchos los que han escrito sobre el concepto de esclavitud y encontramos que Aristóteles dijo: “la esclavitud es un fenómeno natural”; Mintz y Elkins consideran que existe una relación recíproca entre capitalismo y esclavitud, mientras que Lester Thurow sostiene que mientras la democracia es incompatible con la esclavitud el capitalismo no lo es, porque la esclavitud suele reaparecer en la misma proporción con que avanza las formas autoritarias de gobierno.

 El 23 de agosto celebran la trata de esclavos y su abolición, mientras que el día internacional de la abolición de la esclavitud lo celebran el 2 de diciembre. En lo que al Ecuador se refiere, hay algunos que sostienen como el 24 de julio de 1851; pero yo tengo entendido, desde que tengo uso de razón, que entre los gestores de la abolición de la esclavitud en el Ecuador están los doctores Francisco Aguirre Abad y Javier Espinosa, quienes hicieron posible esa ley que emancipo al negro y al indio. De eso acá ya han pasado 158 años de la abolición de la esclavitud en el Ecuador. No voy a redundar ni a clonar lo narrado en muchos de los artículos que año a año he venido escribiendo, porque si aprecio cambios y son los que ya vivieron esos grandes hombres que para bien o para mal son citados por la historia, los que comenzaron siendo esclavizadores pero presa de su conocimiento o ambición terminaron convirtiéndose en sus propios esclavos. Esclavo de su envidia Caín mato a su hermano Abel, esclavo de su egocentrismo y temor a la pérdida de poder otros incendiaron roma. No muy lejano en el tiempo, esclavo de ese poder y ambición desmedida uno terminó en la horca ajusticiado por su propio pueblo, por sus propias leyes.  Esclavo de esa sed de poder, el año pasado el pueblo, su propio pueblo, termino sacando a uno de una alcantarilla reducido a la mínima expresión, muriendo como aquel indefenso ser humano, si es que humano se lo puede llamar. Aterrizando en nuestra realidad, yo no sabría decirles si esa forma de esclavitud ha cambiado desde que estos grandes hombres, en cualquiera de esas fechas, nos obsequiaron ese privilegio que el mismo hombre ha ido vistiendo de otra manera, no solo para esclavizar a lo que está al alcance de su mano, no solo para querer esclavizar al mundo sino para esclavizarse el mismo de diferentes maneras; si hasta se ha vuelto esclavo de lo que toma, de lo que come, de lo que viste y etc., etc. Yo me considero esclavo de mi ignorancia, esclavo de mi impotencia, esclavo del tiempo que lo dejé escapar sin poderme preparar o capacitarme para hacer más de lo poco que he hecho o de lo poco que hago. Espero gozar de un año más de vida para volver a recordar este 6 de marzo.   <