Fluidos de lodo impiden el normal tránsito en estos pasajes, donde persona al suelo es la escena común.
No obstante, siempre y cuando no implique una lesión grave, las resbaladas se tornan en un riesgo menor; incluso, hasta divertido. Lo que sí preocupa es cuando el terreno donde están asentadas las casas se muestra inestable.
drama. Carlos Ceme y Rita García tienen esa preocupación, más aún cuando su vivienda, aquella que construyeron con esperanza y cariño, está a punto de sucumbir.
La casa está asentada dentro de un sistema de recovecos, en un terreno que Carlos compró en 1.200 dólares hace seis años.
Ahí, en ese hogar, ha sido criado su pequeño hijo de cinco años. Ya adquirió ladrillos para comenzar a transformarla de caña a concreto, pero una grieta le dijo no. La misma hendidura que llegó a la letrina y provocó su destrucción.
En fin, las vigas de la casa colapsaron y la segunda planta cede poco a poco, obligando a esta familia a mudarse a un hogar en tierra firme. <