La balacera se registró en la presencia de niños, adultos y de una persona mayor que estuvo a punto de desmayarse al ver la escena. El atentado no dejó heridos.
Algunos moradores informaron que dos hombres llegaron en una motocicleta y dispararon cinco veces contra el portón de la vivienda que en ese momento estaba deshabitada.
En los alrededores de la casa encontraron algunos casquillos de bala de calibre nueve milímetros. La Policía cree que estos disparos son señales de advertencia o amenaza.
Uno de los testigos dijo que los supuestos sicarios tenían apariencia joven.
Ambos se estacionaron frente a la casa, luego sacaron un arma y uno de ellos disparó. Después huyeron.
Mientras escapaban estuvieron a punto de volcarse, porque la moto sufrió un desperfecto mecánico, sin embargo lograron huir antes de que llegara la Policía.
Los atemorizados vecinos solamente atinaban a conversar sobre lo ocurrido, en medio del susto que causó la balacera.