Los policías y bomberos del estado de Río de Janeiro comenzaron ayer una huelga indefinida, cuando falta sólo una semana para el comienzo del carnaval y a pesar del incremento salarial que aprobó en la víspera el gobierno regional.
Con la declaración de la huelga, los policías de Río de Janeiro siguen los pasos de los de el estado de Bahía (noreste), que hoy cumplen doce días sin trabajar en demanda de mejoras salariales, a pesar de que los líderes del paro se entregaron el jueves al Ejército. Las autoridades de Río de Janeiro no se han manifestado sobre el alcance de la huelga, que fue aprobada sobre la medianoche en una asamblea de policías y bomberos celebrada en la céntrica plaza de Cinelandia.
El director jurídico del Sindicato de Policías Civiles, Francisco Chao, afirmó que la huelga será pacífica y que no se permitirá que los agentes cometan actos vandálicos, como ocurrió en Bahía, según revelaron conversaciones grabadas a los jefes de la rebelión y divulgadas por la televisión. La principal demanda de los uniformados son mejores salarios.<