Llegaron las lluvias, llego el invierno y comenzó a fiscalizar a los hospitales, donde llegan cientos de madres en busca de sanar dolencias. Los médicos se esmeran en atenderlos; a veces no hay camas, a veces los medicamentos son escasos. En los hospitales de Guayaquil y el Verdi Cevallos de Portoviejo los reclamos son muy frecuentes.
El invierno fiscalizador es muy estricto. No acepta peaje. Puente con deficiencia lo manda al suelo; así lo hizo con el que unía Pedernales con Jama.
Los doce kilómetros del tramo Chone a Canuto casi están terminados. El fiscalizador en silencio ha dicho, ahora, de invierno trabaje despacio, pero lleguen a Junín.
En la autopista Portoviejo – Manta las luvias hacen notar que hay pequeños baches y algunas piedritas sueltas. No hay que dejar que la vía se dañe.
En algunos barrios de las calles de Portoviejo, Manta, Charapotó y Crucita cuando llueve el agua llega a los tobillos y cuando deja de llover el polvo se pega a la nariz.
En noviembre y diciembre del año anterior los señores de Senagua se preocuparon y construyeron algunos cajetines de las tomas prediales, de la segunda etapa de riego del proyecto Carrizal Chone, pero muchas de las tomas prediales no funcionan; y como ya llegaron las lluvias los de Senagua dicen ahora no necesitan agua.
Y el segundo fiscalizador que llegará con fuerza, son los candidatos presidenciales y los candidatos a la Asamblea Nacional. Los unos dirán, yo fui el que impulse la vía tal y los otros díran esa vía esta sin espaldones. Y el pueblo de pie se volverá exigente, unos criticaran en voz alta y otros en silencio. Y se pondrá de presente que los órganos de control, llámense Contraloría o Asamblea Nacional, han fiscalizado muy poco, el amiguismo y el miedo son enemigos de las fiscalizaciones efectivas.
Y preguntarán: ¿por qué han dejado cerrar el Aeropuerto Reales Tamarindo, que sirve a más de doce cantones de la provincia, y a más de setecientos mil habitantes?. Es muy preocupante que el aeropuerto Reales Tamarindo se haya cerrado, no esté operativo a pesar que el Sr. Presidente de la República, en alta voz dijo que el pueblo de Portoviejo y sus autoridades decidirán si el aeropuerto debía seguir operando o no. Y el Municipio de Portoviejo, el Consejo Provincial han manifestado por escrito que ese aeropuerto debe seguir operando. El Aeropuerto Reales Tamarindo es vital para el desarrollo, económico, cultural, Administrativo y turístico no solo de Portoviejo, sino para toda la provincia. Las playas de Crucita, de San Jacinto y San Clemente necesitan ese aeropuerto, para impulsar el turismo. Viajar a Manta de Junín, Calceta, Chone, Tosagua para viajar vía aérea a Quito aumenta tiempo y costo. No hay que destruir lo que ya esta construido.
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