Correa dijo que a pesar de su muerte ocurrida hace cien años, Eloy Alfaro sigue más vivo que nunca.

El mandatario intervino en los actos por los cien años del asesinato de Alfaro, en Montecristi, provincia de Manabí.

También se refirió a las otras figuras de la Revolución Alfarista que fueron asesinadas el 28 de enero de 1912 en Quito.

Dijo que el gobierno admira la búsqueda incesante por los cambios profundos que impuso la “revolución deliberante y honesta” de Eloy Alfaro, que buscaba el bienestar de los ecuatorianos.

El discurso, pronunciado en segunda persona, fue interrumpido por algunos aplausos del público y seguido por cientos de personas que permanecían en las afueras del salón al que sólo accedieron funcionarios del gobierno e invitados. La población observaba el acto en pantallas gigantes ubicadas fuera del recinto.

El país “vive en esta revolución auténtica, liberadora, que hace lo que dice, que cumple sus compromisos”, aludió Correa. 

Se refirió a la espada de Eloy Alfaro, que fue devuelta hoy por miembros del ex movimiento subversivo Alfaro Vive Carajo, y dijo que no la van a envainar mientras haya injusticia e inequidad en el país.

Aseguró que los recursos del Estado ahora sí sirven para construir obras en el país.

En otra parte del discurso, el mandatario habló de los quienes ocasionaron la muerte de Eloy Alfaro. Dijo que fueron los mismos que se beneficiaron del feriado bancario, que estuvieron tras de los sucesos del 30 de septiembre del 2010, los que “intentan destruir la verdad, el honor incluso de nuestras familias”.

“No honra tener tus mismos enemigos y al igual que tú nuestras respuestas serán murallas de dignidad, montañas de integridad”, agregó.

“Con usted la Patria vuelve, con usted estamos haciendo esta revolución”, dijo Correa, quien concluyó con un “Hasta la victoria siempre, general Eloy Alfaro Delgado, comandante de hombres libres de la Patria”.