En el primer gabinete público se hizo una presentación de los resultados alcanzados en el actual período gubernamental, en la parte agrícola se expuso tres temas que vale la pena resaltar: la defectuosa tenencia de la tierra; los bajos niveles de productividad y los ineficaces planes de reforestación.
El índice de Gini, así denominado por el apellido de su creador italiano, adjudica el 0 a la igualdad perfecta y 1 a la desigualdad absoluta. Se estimó para Ecuador un valor de 0,79, en cuanto a la agricultura, porque “el 5% de propietarios concentra el 52% de tierras agrícolas, mientras que el 60% de pequeños propietarios concentra el 6,4% de las tierras”. De los rendimientos, se dijo, están muy por debajo de los promedios mundiales, en tanto que los planes de reforestación no han tenido trascendencia.
Siendo reales las cifras manejadas, no coincidimos con que sea la impropia distribución de la áreas de siembra, la causa fundamental de la desigualdad en el sector, puesto que las cifras de crecimiento agrícola que ha tenido el Ecuador han sido positivas, casi el 5% el año anterior; el aporte a la producción nacional y a las exportaciones es notoria, aun cuando pudieron ser mejores. De otro lado, los indicadores de productividad no deben de analizarse de manera global en función de las superficies sembradas totales y los volúmenes de producción, sino por segmentos regionales en las áreas aptas para los cultivos, donde los réditos son favorables, por ejemplo en las zonas típicas arroceras, bananeras, cacaoteras, maiceras, se obtienen niveles productivos satisfactorios, con tecnología apropiada.
Donde efectivamente se manifiesta una gran mora es en los planes de mantenimiento y conservación de los actuales bosques y los proyectos de reforestación, francamente las cifras que mostraron son poco menos que ridículas, sin llegar remotamente al deseo presidencial de compensar anualmente las áreas taladas con las superficies reforestadas, evidenciando incapacidad para la ejecución de las propuestas estatales.
Cuando efectivamente los ingresos agrícolas que se generen, luego de la aplicación de políticas a largo plazo en materia de investigación agrícola, transferencia de tecnología, crédito y comercialización, se destinen a mejorar las condiciones de vida y remuneración de los trabajadores del campo y se alcance la rentabilidad de los predios plantados en beneficio de los pequeños y mayoritarios propietarios convertidos en microempresarios, se revertirán los misérrimos indicadores de iniquidad social y económica del país. <
- ¿Qué te pareció la noticia?
- Buena
- Regular
- Mala
