“Desde agosto del 2011 estoy moviendo los papeles, haciendo el curso de conducción, entregando las garantías y el permiso no sale. La semana pasada a mi cliente lo mandaron a Manta, porque supuestamente el sistema no permitía el permiso en Portoviejo y ahora nos dicen que el martes llegan las especies acá”, asegura Solórzano.

El abogado estima que esto es consecuencia de que los permisos de menores adultos son algo nuevo y por lo tanto no hay la experiencia para el despacho.