Se llama Mandy Sandy L., tiene unos fabulosos 23 años y un puesto de trabajo fijo en una caja de ahorros alemana, Sparkasse, con un salario neto de 1.800 euros al mes.
Pero no estaba satisfecha con la talla de su sujetador, así que ideó la simulación de un atraco en este mismo banco para, con el botín, poder financiarse una operación de aumento de pecho.