Los acreedores del sector privado internacional, representado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), se reunirán con el Gobierno. Las conversaciones se estancaron el viernes respecto a la tasa de interés que ofrecerá Grecia sobre los nuevos bonos y un plan para obligar a que los inversionistas asuman pérdidas, pero analistas y una fuente cercana a las conversaciones afirman que el costo de un fracaso es demasiado alto para ambas partes como para terminar sin un acuerdo. 

 

 REACCIÓN. "Al final es probable que se acuerde algo, en parte porque ninguno de los lados va a querer ver una cesación de pagos desordenada", afirmó Ben May, economista para Europa en Capital Economics, con sede en Londres. Atenas necesita llegar a un acuerdo con el sector privado dentro de días para evitar la bancarrota cuando venzan, a fines de marzo, redenciones de bonos por 14.500 millones de euros (18.500 millones de dólares). Los prestamistas extranjeros del país han advertido que no entregarán ayuda adicional hasta que se haya completado 

el acuerdo de canje de bonos.