La falta de suficientes plazas de trabajo y el incremento de las exigencias para proveer las escasas vacantes, constituyen el dramático problema del desempleo que angustia a la población de la zona del euro y comienza a preocupar a los ecuatorianos.

Los desempleados comienzan su día con el examen minucioso del periódico para localizar los llamados para cubrir vacantes en el sector privado. La decepción no tarda en obscurecer la mirada, porque aquellos empleos que se anuncian, demandan aspirantes con título universitario del que carece la mayor parte de los desempleados.
Y para el futuro será peor en el Ecuador, porque al par que se anunciaba la gratuidad de la instrucción superior, se creaban dificultades de ingreso a los centros de estudio, cuya población en el futuro inmediato será el conjunto de ecuatorianos privilegiados.
Es que los cambios necesarios en la sociedad, no llegan sino como resultado de un proceso paulatino de mejoramiento. El nivel de preparación de los integrantes de la sociedad se eleva lentamente, al ritmo del esfuerzo que realiza la juventud para vencer las dificultades en los centros de estudios.
También hay que comprender que siempre serán necesarios en la sociedad, quienes han desarrollado sus talentos en actividades menos intelectuales como las artesanías que parecemos querer abandonar en el conjunto. Además, siempre ha sido más apreciado un buen artesano que un pésimo profesional universitario.
Entonces, se hace necesario ya realizar un esfuerzo conjunto de la sociedad, para crear fuentes de empleo. Se están dando las acondiciones financieras –propiciadas por el gobierno- para el financiamiento de nuevos centros de producción; el sistema financiero privado financia, como siempre, los grandes proyectos; falta entonces voluntad de quienes saben de emprendimientos, que son los empresarios privados, para abrir  esos nuevos centros de trabajo.
Si no lo hacemos y con la urgencia del caso, las condiciones económicas de la sociedad en general, se volverán más difíciles, porque el desempleo contrae el mercado y éste, alimenta la economía de grandes y pequeños.
La agricultura, la ganadería, el turismo, la minería, la industria esperan a nuevos productores que refresquen el ambiente con su entusiasmo y su esfuerzo. El mercado está ahí, se mantiene elástico; se ampliará o contraerá, como resultado de la acción tanto del gobierno como del sector privado. Creo que juntos podríamos alcanzar metas más importantes con menos dificultad Entonces, unamos esfuerzos…
La meta debería ser que menos ecuatorianos sean beneficiarios del bono de la solidaridad, porque hayan encontrado su actividad productiva y puedan pagar los costos de su vida sin la ayuda caritativa del gobierno. <